El Parlamento Europeo ha introducido recientemente medidas significativas destinadas a promover la sostenibilidad y reducir los residuos de envases en toda la Unión Europea. Estas regulaciones representan un cambio fundamental en cómo las empresas deberán gestionar sus embalajes. ¿Está tu empresa preparada para el nuevo reglamento envases que revolucionará el sector en 2025?
A partir del 12 de febrero de 2025, el nuevo reglamento europeo de envases y residuos de envases (PPWR) entró oficialmente en vigor, aunque la mayoría de sus disposiciones fueron efectivas desde el 12 de agosto de 2026. Este reglamento de envases y embalajes establece objetivos ambiciosos de reducción: 5% para 2030, 10% para 2035 y 15% para 2040. Además, todos los envases comercializados en la UE deberán ser reciclables o reutilizables para 2030. En este artículo, analizaremos detalladamente el nuevo reglamento envases UE, sus implicaciones para las empresas y las estrategias necesarias para garantizar el cumplimiento normativo, evitando así las severas multas que podrían enfrentar quienes no se adapten.
El Reglamento (UE) 2025/40 representa un hito en la gestión de envases dentro del mercado europeo. Este marco normativo, aprobado el 19 de diciembre de 2024, establece una serie de medidas ambiciosas que transformarán cómo diseñamos, producimos y gestionamos los envases.
El nuevo reglamento de envases y residuos de envases se centra principalmente en la reducción significativa de residuos mediante objetivos vinculantes. Aunque los porcentajes de reciclaje han aumentado en la UE, la cantidad de residuos generados por envases aumenta más rápidamente que la cantidad reciclada. En 2022, la UE generó casi 186,5 kilogramos de residuos de envases por persona, de los cuales 36 eran envases de plástico.
Para contrarrestar esta tendencia, el reglamento establece objetivos concretos de reducción: 5% para 2030, 10% para 2035 y 15% para 2040. Además, exige que todos los envases comercializados sean reutilizables o reciclables para 2030, con metas más estrictas a partir de 2035.
Un elemento clave es el aumento del contenido reciclado, con objetivos específicos:
Tanto en la UE como en EE.UU se utiliza un sistema de autodeclaración, donde las empresas deben demostrar que sus materiales cumplen con las regulaciones vigentes. Sin embargo, no existe una "aprobación oficial de la FDA" ni una "aprobación de la UE" como tal.
La principal diferencia radica en que el reglamento europeo de envases y residuos de envases establece un marco armonizado y obligatorio para todos los Estados miembros, mientras que EE.UU mantiene un enfoque más fragmentado. En caso de materiales no aprobados en la UE, las empresas pueden solicitar una evaluación a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
Este reglamento envases UE abarca todo el ciclo de vida de los envases introducidos en el mercado de la Unión y todos los residuos de envases, independientemente del tipo o material utilizado.
El impacto se extiende a múltiples sectores:
A partir del 1 de enero de 2030, se prohibirán ciertos envases de plástico de un solo uso, como agrupadores de productos, envases para frutas y verduras frescas en cantidades menores a 1,5 kg, y diversos formatos utilizados en hostelería.
La implementación del reglamento de envases y residuos de envases seguirá un calendario específico que las empresas deben tener presente para planificar sus adaptaciones. Veamos el cronograma detallado que marcará esta transformación normativa.
El nuevo reglamento envases UE fue publicado oficialmente en el Diario Oficial de la Unión Europea el 22 de enero de 2025. Posteriormente, entró en vigor el 12 de febrero de 2025, exactamente 20 días después de su publicación. Este reglamento, identificado formalmente como Reglamento (UE) 2025/40 del Parlamento Europeo y del Consejo, modifica el Reglamento (UE) 2019/1020 y la Directiva (UE) 2019/904, derogando además la Directiva 94/62/CE. Durante esta fase inicial, aunque el reglamento ya está vigente, aún no es obligatorio su cumplimiento inmediato.
Tras un período de transición de 18 meses, la aplicación del reglamento europeo de envases y residuos de envases será obligatoria a partir del 12 de agosto de 2026. A partir de esta fecha, todos los Estados miembros de la UE deberán exigir el cumplimiento de la mayoría de las disposiciones contenidas en el reglamento. No obstante, es importante señalar que ciertas disposiciones específicas quedarán diferidas hasta la aprobación de los correspondientes actos delegados y de ejecución de la norma.
El nuevo reglamento envases contempla una implementación gradual de varias medidas:
Esta implementación escalonada permite a las empresas adaptarse progresivamente, aunque es recomendable iniciar cuanto antes los preparativos para cumplir con el reglamento envases y embalajes, especialmente considerando que las obligaciones de demostrar el logro de los objetivos comenzarán a partir de 2030, o 1,5 años desde la legislación de desarrollo.
El nuevo reglamento envases transformará radicalmente los procesos logísticos y la cadena de suministro de las empresas europeas. Las compañías deberán adaptar sus operaciones para cumplir con exigencias específicas que afectarán todas las etapas del ciclo productivo.
En primer lugar, el reglamento establece una ratio máxima de espacio vacío del 50% para los envases colectivos, de transporte y de comercio electrónico. Los fabricantes e importadores deberán minimizar el peso y volumen de los envases, lo que provocará una mejora en la capacidad de almacenamiento y aprovechamiento más eficiente del espacio. Las cargas de palets y cajas de expedición deberán adaptarse al producto específicamente, reduciendo el volumen de transporte vacío.
Asimismo, el reglamento envases UE establece requisitos estrictos sobre contenido reciclado en plásticos. Para envases en contacto con alimentos, los niveles mínimos serán:
Además, se restringirá la comercialización de envases con sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) destinados al contacto con alimentos.
Por consiguiente, el reglamento de envases y residuos de envases obligará a las empresas a marcar con un código QR los envases reutilizables para mejorar su gestión y trazabilidad. Las empresas logísticas deberán utilizar cada vez más palets y cajas reutilizables, adaptando sus sistemas de almacenamiento actuales y desarrollando nuevos conceptos.
Por otro lado, las empresas necesitarán introducir sistemas de embalaje automatizados e inteligentes para optimizar tamaños y reducir material. Entre las soluciones disponibles destacan:
Finalmente, todos los sectores industriales deberán adaptar sus estrategias de envasado a estos nuevos requisitos en un plazo relativamente corto.
Para adaptarse al reglamento envases y evitar sanciones, las empresas deben implementar estrategias específicas. Adoptar estas medidas no solo garantizará el cumplimiento normativo sino también ventajas competitivas en el mercado.
La certificación de materiales compostables es fundamental para exportar dentro del espacio europeo. Aunque no es obligatoria por ley, en la práctica muchos distribuidores y autoridades aduaneras la exigen. Los estándares más reconocidos incluyen:
La digitalización mejora la precisión y eficiencia en la gestión de embalajes. Los sistemas automatizados permiten registrar información en tiempo real sobre producción, referencia, cantidad, lote y códigos de barras. Además, facilitan la integración con el ERP corporativo y garantizan el cumplimiento de estándares de codificación.
Desde enero de 2025, el etiquetado ambiental armonizado es obligatorio, incluyendo instrucciones claras de separación e identificación de envases reutilizables. Asimismo, los envases sujetos a sistemas de depósito y devolución deben estar claramente identificados.
Por último, es imprescindible trabajar con proveedores que ofrezcan garantías técnicas y documentación completa. Las empresas deben desarrollar hojas de ruta con acciones específicas durante el proceso de adaptación, priorizando la sustitución de envases no conformes por alternativas sostenibles.
El reglamento de envases y residuos de envases representa, sin duda, un punto de inflexión para todas las empresas que operan en el mercado europeo. Aunque el cumplimiento obligatorio comenzará en agosto de 2026, las compañías deben actuar ahora para evitar sanciones y aprovechar las oportunidades que esta transición ofrece.
Hemos visto a lo largo de este artículo cómo los objetivos de reducción (5% para 2030, 10% para 2035 y 15% para 2040) exigirán cambios profundos en la cadena de suministro. La obligación de garantizar que todos los envases sean reciclables o reutilizables para 2030 supone un desafío técnico considerable para muchos sectores.
Ciertamente, las empresas que se adapten primero obtendrán ventajas competitivas significativas. Por tanto, recomendamos iniciar cuanto antes la colaboración con proveedores sostenibles, implementar sistemas de registro automatizado y optimizar el etiquetado ambiental.
Las diferencias entre las normativas de la UE y EE.UU también generan consideraciones importantes para empresas con presencia internacional. Mientras la UE avanza hacia un marco armonizado y obligatorio, EE.UU mantiene un enfoque más fragmentado, lo que exige estrategias adaptadas a cada mercado.
Por último, la transformación en los procesos logísticos será notable. Las restricciones al espacio vacío, las nuevas exigencias de materiales reciclados y los sistemas de trazabilidad modificarán radicalmente cómo se embalan, transportan y distribuyen los productos.
El futuro del embalaje está aquí y las empresas que no se preparen adecuadamente quedarán rezagadas. Después de todo, este reglamento no solo busca cumplir objetivos medioambientales sino también impulsar la innovación y eficiencia en toda la cadena de valor.